Shigeru Miyamoto, Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación 2012

Shigeru Miyamoto Premio Príncipe de Asturias de Comunicación

Este año, el Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación va dedicado al japonés Shigeru Miyamoto (茂 宮本), diseñador y productor de videojuegos que lleva trabajando para Nintendo desde 1977, llevando a cabo un trabajo tan decisivo en su campo que se ha ganado apelativos como "el padre de los videojuegos modernos" o "el Walt Disney de los juegos electrónicos", por haber creado franquicias de la talla de Mario, Donkey Kong, The Legend of Zelda, Star Fox, Pikmin o F-Zero. 

En 1977, a sus 24 años, conoció a Hiroshi Yamauchi, presidente de Nintendo, quien le contrató para pintar paneles de las máquinas arcadia, trabajando más tarde como diseñador. Como tal, ayudó a la realización de videojuegos como Sheriff o Radar Scope, que resultaron un fracaso, pero no así el primer videojuego de cuyo diseño se encargó él, uno para el cual se influyó en conocidos personajes como Popeye o La bella y la bestia o King Kong: por supuesto, sería el archiconocido Donkey Kong.En un inicio, Miyamoto había planteado el nombre de "Monkey Kong", pero le agradó también cambiarlo por "Donkey" ("tonto").

Fue un completo éxito, teniendo en cuenta que para 1982 se habían vendido ya 60.000 unidades y llevaron a Miyamoto a hacer secuelas tales como Donkey Kong Jr. (1982) y Donkey Kong 3 (1983). Sin embargo, él no era el "bueno", como si pasará en los videojuegos posteriores. Ese papel lo ocuparía un personaje que al principio se le había dado el nombre de "Jumpman", para más tarde pasar a ser Mario, que se le cree un nuevo hermano, Luigi, y acabar teniendo su propia saga de videojuegos, comenzando por el que llevó el nombre de Mario Bros. 

Para 1985, Miyamoto había sacado la primera consola casera de Nintendo (la NES, Nintendo Entertainment System, conocida en los países asiáticos como Famicom o Family Computer), y con ella videojuegos como Duck Hunt o Ice Climber, además de las secuelas de Donkey Kong y Mario

En 1986, daría un salto enorme al usar el sistema de juego no lineal en su próximo videojuego, que inició también su propia saga. No era ni más ni menos que The Legend of Zelda, donde el jugador se veía obligado a decidir su camino en medio de escenarios laberínticos. Su intención al crear este juego fue tratar de situar al jugador en un jardín en miniatura donde pudieran hacer lo que quisieran. El propio Miyamoto recuerda experiencias que tuvo de niño:

"Cuando era un niño, fui de excursión y encontré un lago. Fue toda una sorpresa para mí tropezar con aquel lago. Cuando viajé alrededor del campo sin ningún mapa a la mano, tratando de encontrar mi camino, tropezando con cosas estupendas mientras recorría todo el lugar, me di cuenta de cómo se sentiría alguien si experimentara este tipo de expedición"

Para quien le guste mucho esta saga de videojuegos, puede encontrarlos todos aquí

En 1996, con el lanzamiento de la Nintendo 64, Miyamoto sacó al mercado dos juegos de sus sagas más conocidas, juegos que, de hecho, se convirtieron casi en paradigma representativo del resto de su saga: primero Super Mario 64, y más tarde The Legend of Zelda: Ocarina of Time.

Además de algunos spin-offs para la saga de Mario, tales como Mario Kart 64 o Mario Party, asumió el papel de productor en The Legend of Zelda: Majora's Mask, juego se ha ganado la fama, y con razón, de ser el más siniestro y onírico de toda su saga. A modo de breve argumento para quien no lo conozca, es un juego que cambia la localización típica de Hyrule a Termina, donde Skull Kid, que ha robado un poderoso artefacto conocido como la "Máscara de Majora", está provocando que la luna se acerquee inexorablemente hacia la tierra, contra la que acabará chocando en tres días si nadie hace nada. Link, con la ayuda de su conocida ocarina, tiene la habilidad para viajar atrás en el tiempo esos tres días y tratar así de detener a Skull Kid. El problema es que, al volver atrás en el tiempo, prácticamente todos aquellos cambios que el jugador haya hecho para avanzar en la historia (conseguir determinado objeto, abrir determinada mazmorra...) se pierden y es necesario volver a rehacer la historia, por lo que no hay un segundo que perder. Totalmente recomendable.

[Arriba trailer del videojuego original. Abajo trailer del remake que Nintendo acaba de sacar para la nueva consola Wii U]

Además de las sagas de Mario, Donkey Kong y Link, inició también otras dos sagas, también muy conocidas, pero que nunca alcanzaron el nivel de ventas y repercusión que si alcanzaron las otras tres: Star Fox y F-Zero. La primera fue iniciada en 1993 con el juego homónimo, y a pesar de no tener tanto éxito como las otras tres sagas, sí que se caracteriza por ser uno de los mejores juegos de disparos en naves espaciales, adelantándose a su tiempo gracias a incluir ya los gráficos en 3D. En cuanto a F-Zero (cuyo primer juego salió en 1990 para la Super Nintendo), también fue un gran salto técnico, mostrando carreras de alta velocidad con naves espaciales y una gran dificultad de juego, llegando a dar incluso una apariencia tridimensional. Ambas sagas lograron un gran éxito, pero las secuelas de las otras sagas ya mencionadas han proliferado en mayor medida que estas.

Imágenes de los videojuegos que iniciaron su saga: Star Fox a la izquierda y F-Zero a la derecha

A partir del 2000, y con su nueva consola, la Nintendo Gamecube, en el mercado (amén de un sinfín de secuelas de las otras sagas), Miyamoto estuvo presente en la producción de otras sagas de gran éxito: Metroid Prime (2002-2003), Pikmin (2001) y Nintendogs (2005, ya con la Nintendo DS en el mercado).

Imagen de Metroid Prime, el primero de la saga. Se rumorea que podrían estar pensando en sacar a la luz uno nuevo, bajo el nombre de Metroid Prime 4: Virus, para Wii U

A la izquierda Pikmin: a la derecha, Nintendogs

De esta manera, ha conseguido por fin algo para lo que fue nominado en 2010 y 2011, el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, no sin razón, por su gran contribución en el campo de los videojuegos. 

Una de las veces que preguntaron a Miyamoto su opinión de los videojuegos, éste respondió: "¿Los videojuegos son malos para ti? Lo mismo dijeron sobre el Rock n' Roll"