CÓMO LLEGAR
La dirección del museo es 1-1-83 Simorenjaku, Mitaka-shi. Se encuentra en la estación de Mitaka, a la que se puede llegar fácilmente desde Shinjuku cogiendo la JR Chuo Line (15 min. aproximadamente). Una vez en la estación, coged la salida sur (no tiene pérdida, pone en mayúsculas "GHIBLI MUSEUM").
Desde la estación, girad a la izquierda y llegaréis a una rotonda. Una vez aquí podéis elegir andando o en autobús:
- A pie: Seguid la avenida de Tamagawajosui que aparece en el mapa, junto a la estación de Mitaka, y continuad hasta el parque Inokashira. Allí simplemente girad a la izquierda y continuad hasta llegar al museo.
- En autobús (opción que cogimos por falta de tiempo): al salir de la estación de Mitaka, en la rotonda recién mencionada paran varios autobuses. Tendréis que buscar la parada correcta, fácilmente reconocible por una figura de Totoro y un grupo de gente haciendo cola. En esta parada hay una máquina para sacar el billete (300 yens ida y vuelta). Y si la parada de autobús es reconocible, imaginaos el autobús...
Una vez allí, seguid a la mayoría y llegaréis sin problema. En las taquillas de la entrada os canjearán el ticket que os dieron al hacer la reserva por un ticket y un negativo aleatorio de cualquiera de las animaciones del Studio Ghibli. Si no lo distinguís con claridad, no os preocupéis. Entre todo lo que tiene este museo para interactuar, hay un proyector donde podréis poner vuestro negativo y verlo en grande.
Guardad ese negativo con vuestra vida, ya no sólo por poseer un negativo original del Studio Ghibli, sino porque es lo que tendréis que mostrar cuando queráis ver los cortos.
Y es que este museo da la posibilidad de ver unos cortos de unos 10-15 minutos, que van cambiando cada cierto tiempo, y que son totalmente exclusivos del museo. Esto quiere decir que, salvo filtraciones ilegales (no está permitido realizar fotos ni vídeos dentro del recinto del museo, pero fuera sí), no existe otra manera de poder ver esos cortos en ningún lugar del mundo, ni comprándolos en tiendas, ni por Internet.
Afortunadamente, he podido encontrar información acerca del que nosotros vimos. El corto en cuestión, de cuyo guión y realización se encargó Hayao Miyazaki, se titulaba Chu-Zumo (lit. "ratones-sumo") y trataba de unos pobres viejecitos, Jii y Baa ("abuelo" y "abuela") que vivían en la monotonía de trabajar el campo día tras día hasta que descubren a unos ratones que pasan las noches peleándose entre ellos con competiciones de sumo. Los abuelos alimentarán a uno de los bandos de ratones para conseguir que "gane su equipo".
Quizá el argumento parezca un tanto extraño, pero ver una escena "cotidiana" como la de dos viejecitos que encuentran súbitamente un entretenimiento, dibujado siguiendo los prototipos de animación tradicional del Studio Ghibli, y comprobando que entre el público, mayores y niños pequeños por igual se quedaban sin respiración cada vez que el equipo de ratones "buenos" estaba a punto de perder, fue verdaderamente enternecedor, más aún teniendo en cuenta que, al ser un museo de proyección "casi" internacional, no doblan ni subtitulan sus cortos, sino que intentan poner las mínimas voces posibles, haciendo los cortos casi mudos, y cuando hay alguna voz, aun sin entenderla se puede comprender la situación por la expresividad de sus personajes. Si tenéis la opción de visitar el museo, no os vayáis sin ver alguno de sus cortos.
Este "cine de cortos" se encuentra en un lugar llamado Saturn Theater (si queréis ver qué cortos emitirán cuando vayáis a estar en Japón, podéis consultarlo en su página web), en la planta baja, al igual que otra habitación con todo tipo de aparatos destinados a mostrar cómo funciona la animación tradicional en las obras del Studio Ghibli.
Debo admitir que sé bien poco de cómo hacer cine, pero ver este museo me ayudó a darme cuenta de cómo la animación tradicional, unida ocasionalmente al dominio de los efectos ópticos, sigue teniendo cabida en el cine de hoy en día, sin echar mano de efectos especiales o animación por ordenador. Entre todos estos aparatos, merecería la pena destacar el zoótropo, en el que ponían a los personajes de Totoro con figuras haciendo una determinada acción (el gatobús corriendo, los totoros saltando a la comba con Mei y Satsuki...). Cada una de estas figuras las repetían varias veces, pero cambiando ligeramente su postura, a fin de poder mostrar movimiento, pues estaban colocadas en un aparato que giraba. Curiosamente, este giraba en el sentido inverso de las agujas del reloj, y las figuras iban consecuentemente hacia atrás, pero al apagarse las luces y encenderse tan sólo una que emitía un rápido y continuo parpadeo, se producía el efecto óptico de que las figuras estuviesen yendo hacia delante. Fue verdaderamente sorprendente, y por los murmullos generalizados de la gente que me rodeaba, no sólo lo fue para mí.
Aquí os dejo un vídeo que he encontrado en Internet sobre este zootropo. Me gustaría también poder enseñaros una versión del Studio Ghibli sobre la evolución de las especies, pero no hay manera de encontrar el vídeo.
Tras el Saturn Theater y la sala del zoótropo, subimos a la primera planta. El Museo Ghibli tiene tres, os pongo el mapa para ubicarnos mejor:
En esta planta, merece la pena destacar las vidrieras decoradas con personajes de sus películas (hay vidrieras en todas las plantas, pero en esta planta había algunas de Mononoke Hime), una puerta cerrada con algo al otro lado (no diré lo que es porque precisamente fastidiaría el efecto de sorpresa que les interesa crear), varios aparatos relacionados con las cámaras y los interruptores para interactuar libremente, y una réplica del estudio donde dibujantes y guionistas crean sus obras, con cientos de bocetos, recortes de periódico, figuras, libros por doquier... Todo ello creando una atmósfera cuyo único objetivo es estimular la creatividad del dibujante que se encuentra dentro, atmósfera que puede conocer el visitante al entrar.
En la planta superior destaca la tienda (con artículos de todas sus películas, incluso Kaguya-hime no monogatari, la última de Isao Takahata, que en España no tiene ni siquiera fecha de estreno por el momento), y una de las salas que hacen más famoso a este museo: la habitación del Gatobús, donde se encuentra un gran peluche de este carismático personaje, adorado por niños y mayores, en el que los menores de 12 años podían entrar. Al no permitirse las fotos dentro del recinto y tener vigilantes mirándonos, os traigo una imagen de Internet.
Finalmente, ¿qué podemos encontrar fuera? Aparte de una cafetería, tenemos en la terraza, subiendo por una escalera de caracol con enredaderas, al gigante de El Castillo en el Cielo, y abajo, en una de las entradas, al famoso gran Totoro que espera a los visitantes en recepción. Eso sí, creo que la taquilla del gran Totoro es para comprar los billetes en persona únicamente, no es la entrada.
En conclusión, si alguna palabra puede definir la salida de hoy, sin duda sería "mágico". Sólo eso puede definir la sensación que se tiene al entrar en un museo dominado por los personajes de algunas de las películas que posiblemente han marcado tu vida, ver cortos que sólo allí podrías, que te enseñen paso a paso cómo hacen esa animación que ha hecho del Studio Ghibli uno de los mejores estudios a nivel mundial, que te introduzcan en su atmósfera creativa... En definitiva, esa sensación que se tiene al formar parte de toda esta gran industria. Sin duda alguna, uno de los lugares que ningún aficionado al Studio Ghibli o incluso al anime en general debería perderse.
Desde la estación, girad a la izquierda y llegaréis a una rotonda. Una vez aquí podéis elegir andando o en autobús:
- A pie: Seguid la avenida de Tamagawajosui que aparece en el mapa, junto a la estación de Mitaka, y continuad hasta el parque Inokashira. Allí simplemente girad a la izquierda y continuad hasta llegar al museo.- En autobús (opción que cogimos por falta de tiempo): al salir de la estación de Mitaka, en la rotonda recién mencionada paran varios autobuses. Tendréis que buscar la parada correcta, fácilmente reconocible por una figura de Totoro y un grupo de gente haciendo cola. En esta parada hay una máquina para sacar el billete (300 yens ida y vuelta). Y si la parada de autobús es reconocible, imaginaos el autobús...
Una vez allí, seguid a la mayoría y llegaréis sin problema. En las taquillas de la entrada os canjearán el ticket que os dieron al hacer la reserva por un ticket y un negativo aleatorio de cualquiera de las animaciones del Studio Ghibli. Si no lo distinguís con claridad, no os preocupéis. Entre todo lo que tiene este museo para interactuar, hay un proyector donde podréis poner vuestro negativo y verlo en grande.
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| Este es el ticket que os dan en la entrada al canjearlo por el recibo de la reserva. Datos que incluye: 1. La fecha de vuestra visita: 年 es el año, 月 el mes, 日 el día (en número) y entre paréntesis va el día de la semana (木 es el jueves) 2. La hora. Hay cuatro disponibles cada día: a las 10.00, a las 12.00, a las 14.00 y a las 16.00 3. El precio que os costó (conste que yo lo pagué reservándolo, pero hay otras personas que compran la entrada directamente en el museo, aunque ese método lo desconozco). |
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| Este fue el negativo que me dieron |
Guardad ese negativo con vuestra vida, ya no sólo por poseer un negativo original del Studio Ghibli, sino porque es lo que tendréis que mostrar cuando queráis ver los cortos.
Y es que este museo da la posibilidad de ver unos cortos de unos 10-15 minutos, que van cambiando cada cierto tiempo, y que son totalmente exclusivos del museo. Esto quiere decir que, salvo filtraciones ilegales (no está permitido realizar fotos ni vídeos dentro del recinto del museo, pero fuera sí), no existe otra manera de poder ver esos cortos en ningún lugar del mundo, ni comprándolos en tiendas, ni por Internet.
Este "cine de cortos" se encuentra en un lugar llamado Saturn Theater (si queréis ver qué cortos emitirán cuando vayáis a estar en Japón, podéis consultarlo en su página web), en la planta baja, al igual que otra habitación con todo tipo de aparatos destinados a mostrar cómo funciona la animación tradicional en las obras del Studio Ghibli.
Debo admitir que sé bien poco de cómo hacer cine, pero ver este museo me ayudó a darme cuenta de cómo la animación tradicional, unida ocasionalmente al dominio de los efectos ópticos, sigue teniendo cabida en el cine de hoy en día, sin echar mano de efectos especiales o animación por ordenador. Entre todos estos aparatos, merecería la pena destacar el zoótropo, en el que ponían a los personajes de Totoro con figuras haciendo una determinada acción (el gatobús corriendo, los totoros saltando a la comba con Mei y Satsuki...). Cada una de estas figuras las repetían varias veces, pero cambiando ligeramente su postura, a fin de poder mostrar movimiento, pues estaban colocadas en un aparato que giraba. Curiosamente, este giraba en el sentido inverso de las agujas del reloj, y las figuras iban consecuentemente hacia atrás, pero al apagarse las luces y encenderse tan sólo una que emitía un rápido y continuo parpadeo, se producía el efecto óptico de que las figuras estuviesen yendo hacia delante. Fue verdaderamente sorprendente, y por los murmullos generalizados de la gente que me rodeaba, no sólo lo fue para mí.
Aquí os dejo un vídeo que he encontrado en Internet sobre este zootropo. Me gustaría también poder enseñaros una versión del Studio Ghibli sobre la evolución de las especies, pero no hay manera de encontrar el vídeo.
En esta planta, merece la pena destacar las vidrieras decoradas con personajes de sus películas (hay vidrieras en todas las plantas, pero en esta planta había algunas de Mononoke Hime), una puerta cerrada con algo al otro lado (no diré lo que es porque precisamente fastidiaría el efecto de sorpresa que les interesa crear), varios aparatos relacionados con las cámaras y los interruptores para interactuar libremente, y una réplica del estudio donde dibujantes y guionistas crean sus obras, con cientos de bocetos, recortes de periódico, figuras, libros por doquier... Todo ello creando una atmósfera cuyo único objetivo es estimular la creatividad del dibujante que se encuentra dentro, atmósfera que puede conocer el visitante al entrar.
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| Bocetos originales de La Tumba de las Luciérnagas |
En conclusión, si alguna palabra puede definir la salida de hoy, sin duda sería "mágico". Sólo eso puede definir la sensación que se tiene al entrar en un museo dominado por los personajes de algunas de las películas que posiblemente han marcado tu vida, ver cortos que sólo allí podrías, que te enseñen paso a paso cómo hacen esa animación que ha hecho del Studio Ghibli uno de los mejores estudios a nivel mundial, que te introduzcan en su atmósfera creativa... En definitiva, esa sensación que se tiene al formar parte de toda esta gran industria. Sin duda alguna, uno de los lugares que ningún aficionado al Studio Ghibli o incluso al anime en general debería perderse.
he soltado la lagrimilla leyendo esta entrada =´( necesito volver...
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