29/8/15

El cuento de la princesa Kaguya - Reseña

PUNTUACIÓN: 8.8/10


SINOPSIS
Adaptación del cuento popular japonés El cortador de bambú o El cuento de la princesa Kaguya. La historia comienza cuando una pareja de ancianos campesinos encuentran a una niña diminuta dentro de una planta de bambú, y considerándola un regalo del Cielo deciden adoptarla y tratarla como a su hija. La preciosa niña crece en el campo muy rápidamente. Ocasionalmente, el anciano vuelve a la plantación de bambú, encontrando en una de sus jornadas oro a raudales y en otra lujosos ropajes, y el anciano lo interpreta como una señal del Cielo para darle a su hija la vida que se merece. Rápidamente, los padres adoptivos consiguen una mansión en la capital, y allí la hermosa joven deberá aprender los modales de la aristocracia feudal.




DATOS TÉCNICOS
Año: 2013
El cuento de la princesa Kaguya (título original: Kaguya-hime no monogatari) está escrita y dirigida por Isao Takahata (La tumba de las luciérnagas, Recuerdos del ayer, Pompoko), y se anunció a la par que El viento se levanta de Hayao Miyazaki. La música de ambas películas está compuesta por Joe Hisaishi (Nausicäa del Valle del Viento, Mi Vecino Totoro, La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro y un largo etcétera).
Sin embargo, y a pesar de una excelente recepción entre las críticas, todavía no ha sido distribuida en España. Vertigo Films anunció que tiene los derechos de la película en España, pero no cuando se distribuirá (en cuanto así sea, me sé de uno que se la compra).

DISEÑO
Si algo tiene esta película de particular es su diseño. Es bien sabido que el Studio Ghibli se ha hecho famoso entre otras cosas gracias a una excelente animación tradicional, realizada íntegramente a mano. En esta película sin embargo, el diseño va un paso más allá. O incluso podría decirse que un paso menos, dado que el dibujo carece de un acabado final, presentándose una estética que da la impresión de estar abocetada, como realizada a trazos, con contornos gruesos y un movimiento con transiciones muy evidentes. Busca así dar la impresión de que se tratase de un cuento, no sólo por la trama, sino por el dibujo.

Algo similar podría decirse de otra película de Takahata, Mis vecinos los Yamada, que también posee una estética abocetada. Sin embargo, en esta son bocetos sin grandes aspiraciones, e incluso el diseño puede recordar al de personajes de Doraemon, mientras que en El cuento de la princesa Kaguya juega con el grosor de los trazos, el color, el movimiento... Es como abrir un rollo con una pintura tradicional y animarlo.

Concretamente, hay una escena dramática donde por determinadas razones, Kaguya sale huyendo. Durante esta escena, el dibujo cambia radicalmente a pinceladas muy marcadas. Esa transición tan radical entre ambas estéticas, correspondiente con parte del argumento dramático, en mi opinión está tratado de forma increíble.


EL MITO
Como se dijo al comienzo de la entrada, El cuento de la princesa Kaguya está basada en la leyenda homónima. Aquí os resumo el cuento popular, bastante bien adaptado en la película, de manera que lo siguiente podría ser considerado "pseudo-spoiler", aunque tratándose de un cuento popular de la literatura japonesa no considero que sea un spoiler al uso. Yo me vi la película conociendo la historia y la disfruté mucho, pero por si acaso aviso.

En el folclore japonés, Kaguya ("Luz Brillante") es el nombre de una princesa que provenía de la luna y nació dentro de un tronco de bambú para satisfacer la necesidad filial de una pareja de ancianos que no podía tener hijos. El bebé, que los ancianos tomaron bajo su cuidado, creció y se convirtió en una hermosa joven, que atrajo la atención de cinco príncipes e incluso del propio emperador, pero ella, reacia a casarse, les propuso como prueba de amor verdadero que le trajeran una serie de objetos legendarios: el cáliz sagrado de Buda, que estaba en India; una rama hecha de plata y oro, una túnica hecha de pelo de rata de fuego, una brillante joya en el cuello de un dragón y una concha preciosa, que nace de las golondrinas. Cada uno de los aristócratas fue en busca de su objeto asignado, y puesto que no encontraban esos tesoros legendarios, trataron de engañarla, aunque no surtió efecto. El propio emperador se interesó por ella, pero la princesa también lo rechazó.
Ese verano, cada vez que la princesa Kaguya miraba la luna, se ponía a llorar. Cada día estaba más triste, y no quería hablar con sus padres sobre el motivo. Finalmente, un día antes de la luna llena de mediados de agosto, Kaguya explicó los motivos de su tristeza: Kaguya no había nacido en la Tierra, sino en la Luna, y en la próxima luna llena vendrían a llevársela de vuelta.
Para evitarlo, el anciano habló con el emperador y le contó toda la historia, y este mandó soldados a casa de Kaguya para protegerla. Sin embargo, cuando la luna se puso llena, un cortejo celeste bajó a la Tierra, rodeados por una inmensa luz, que cegó a los soldados y les quitó las ganas de luchar. Finalmente, la princesa se despidió de sus padres y se marchó con el cortejo.

Hasta ahí la parte del cuento que adapta la película. Sin embargo, el cuento continúa, y se enturbia un poco (si alguien tiene interés exclusivamente en la reseña de la película y no en la leyenda, puede saltarse estos párrafos hasta el siguiente epígrafe):
Antes de irse a la luna, la princesa escribió cartas de despedida para sus padres y para el emperador, y a sus padres les obsequió igualmente con su propia blusa. Tras la partida de Kaguya, sus padres enfermaron, y el Emperador, tras leer la carta, mandó llevarla al Monte Fuji, por ser este el más alto de Japón (y en consecuencia el lugar más cercano al Cielo), y allí quemarla, para que el mensaje llegase a la princesa.
Años después, de la luna cayó la capa que la gente de la luna le había regalado a Kaguya. Por allí pasó un monje que la recogió y se la llevó al emperador, advirtiéndole de que, si en alguna ocasión la luna llena aparecía más de lo debido, deberían llevar la capa a lo alto del monte Fuji y quemarla allí. El motivo es que Kaguya, molesta por no haberse podido quedar en el planeta, convirtió a la Tierra en un lugar sin espacio ni tiempo, para poder regresar. El emperador le pidió al monje que sellara a Kaguya, y este así lo hizo, sellando a Kaguya en un espejo del palacio (que pasó a conocerse como "espejo de la luna") y usando los cinco tesoros que Kaguya había pedido reunir a los cinco príncipes como llaves para abrir o cerrar el portal entre la luna y la tierra.
La princesa Kaguya, viéndose engañada y encerrada en un espejo, pidió a una persona de la luna que hiciera que el Monte Fuji arrojara fuego, cenizas y lava para devastar la región entera, y así se hizo, convirtiendo al Monte Fuji en un volcán. Sin embargo, la rabia de la princesa, que era lo que hacía estallar al volcán, no era suficiente, de forma que desde entonces, las erupciones del Monte Fuji se atribuyen a la furia de la princesa cautiva.

CONCLUSIÓN
El cuento de la princesa Kaguya era una película que llevaba con ganas de ver desde que supe que se iba a hacer, aunque por una cosa u otra no la vi hasta ahora, debido entre otros motivos a la escasa (por no decir nula) distribución que tuvo en España. Al final la vi, y debo decir que me pareció un peliculón con mayúsculas. Me ha encantado. Mezcla la leyenda recién citada de la princesa Kaguya con la sociedad del Japón feudal que aparece también en el Genji Monogatari, con una estética increíble que casi parecen bocetos que han tomado vida y con la ternura que tienden a tener los personajes del Studio Ghibli, intercalada con momentos dramáticos y todo ello acompañado por la increíble música de Joe Hisaishi. Resultado: una película que no me ha defraudado nada. Lo más seguro es que me la vuelva a ver, y espero que en España salga a la venta para poder tenerla.

VALORACIÓN
PROS
Tratamiento de los personajes, sobre todo de Kaguya y sus padres adoptivos.
Estética increíble. Normalmente me agrada bastante el diseño del Studio Ghibli, pero romper esos patrones para darle los matices de cuento tradicional me parece excepcional.
Música. Sin grandes aspavientos, lo cual es lógico, dado que no se trata de una película con momentos tan épicos como otras del estudio, pero es una música calmada muy bonita, ideal para una película así.
Muy tierna, con escenas de vida cotidiana dignas de ver.
Adecuada combinación de escenas del Japón rural y feudal
Adaptación fiel de la leyenda.

CONTRAS
: Al ser una adaptación de este mito, es muy probable que si no conoces la historia haya determinadas escenas que no comprendas demasiado.
Un tanto larga (135 min.), e incluso podría resultar algo pesada en ocasiones.

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