7/8/15

Japón Día 19 - Kioto II

Último día que teníamos para ver Kioto, lo que implicaba algo bastante doloroso: asumir que no daba tiempo a todo y hacer criba. Para ello, viene bien organizar los diferentes puntos turísticos por partes (algo en lo que Kioto es mejor que Tokio en mi opinión es en su urbanismo tan regularizado), de modo que dividiré los lugares que visitamos por puntos cardinales.

KIOTO ESTE
En primer lugar, realizamos el check-out del albergue y comenzamos nuestra visita por el este de Kioto. Desgraciadamente, el Kiyomizudera estaba en obras, y el Ginkakuji demasiado lejos de cualquier red de transporte, de modo que aquí visitamos dos: el Kodaiji y el altar Heian. No obstante, está zona está plagada de templos, altares y parques, siendo necesario un día más sólo para esta zona.

- Kodai-ji: Establecido en 1605 por la aristócrata Kita-no-Mandokoro en memoria de su último marido, Toyotomi Hideyoshi (1536-1598). La construcción de este templo fue financiada por Tokugawa Ieyasu, principal vasallo de Hideyoshi y posterior shogun de Japón. El templo Kodai-ji sufrió una serie de incendios tras 1789, sobreviviendo a ellos unas cinco estructuras.

La entrada son 600 yenes incluyendo el Museo Sho (el que nosotros cogemos) y 900 si además queréis entrar al Entoku-in. Uno de los templos que es necesario ver. Es un paisaje precioso, con amplias casas, hermosos jardines (uno de ellos es un jardín seco o karesansui), una plantación de bambú, lagos... El personal que cuida el lugar a menudo os indicará el sentido de la visita, además de contaros algunos datos de ciertos monumentos.




Dentro del precio se incluye la visita al Museo Sho, una pequeña habitación con objetos pertenecientes a este templo.

CÓMO LLEGAR: El templo Kodai-ji se localiza en las montañas de Higashiyama ("Montañas orientales"). Con respecto a otros templos de mayor entidad, no es tan fácil de llegar a este.
No sé exactamente a dónde guían estas indicaciones, pero nos servirá como mapa.
La referencia más útil, fácil y rápida en mi opinión es llegar al Santuario Yasaka desde Shijo, una de las avenidas más transitadas de Kioto, y situada en el barrio de Gion, famoso por las geishas.
Una vez lleguéis allí, tenéis un mapa de la zona con los santuarios. Entre el mapa que podréis ver allí y el que os acabo de proporcionar, no creo que tengáis mayor problema.
Captura de Google Maps. A la izquierda, Santuario Yasaka. A la derecha, turistas mirando el mapa
Eso sí, preparaos para hacer pierna, porque hasta el Santuario Yasaka, el camino es recto y en plano, pero de aquí al Kodaiji habrá que subir varias cuestas, y una vez allí también varios tramos de escalera para hacer la visita.
Entrada al Kodaiji

- Altar Heian: Como podréis ver en la imagen inferior, tan sólo una calle separa el Kodaiji del altar Heian. Muy larga, pero sólo una. Por el camino, se cruza por el Parque Maruyama (que conecta con el Santuario Yasaka) y los templos Chion-in y Shoren-in, a los que tuve que sacar de mi "visita exprés", aunque prometo volver a verlos algún día.
Parque Maruyama
Entrada al Chion-in

Siguiendo esa calle recta, llegaréis a un río y a un enorme torii, visible desde muy lejos. Siguiendo recto encontraréis el altar.
Llegando al torii
Torii de entrada al altar Heian. Bajo la flecha roja estoy yo...¡imaginaos si es grande!

Ver el patio y el conjunto templario es gratis, pero pasar a los jardines cuesta 600 yenes. Por cuestiones de tiempo y de que los árboles en esta época estaban pelados (finales de febrero), decidimos dejarlo para una próxima vez. Pero de verdad, quien tenga la oportunidad de ir a Kioto en una época más aconsejable para ver la naturaleza, por favor que lo visite (y que me lo cuente).


KIOTO NORTE
Creo que la parada de metro más cercana para visitar los puntos turísticos del norte era Kitaoji (línea Karasuma), y ahí fuimos. El norte de Kioto es otra zona repleta de altares, aunque nosotros visitamos los dos más destacados: Kinkakuji y Ryoanji. Sin embargo, están a 1.5 km uno de otro, y el Kinkakuji a 3 km del metro, pero hay muchos autobuses que conectan el metro con el Kinkakuji, por 220 yenes.

A los que vayan con JR Pass, que busquen información sobre los JR Bus, que hacen el mismo trayecto y el precio va incluido en ese abono. Nosotros nos enteramos tarde. Una nota: a los buses se entra por detrás, y se paga por delante al conductor, antes de salir.

- Kinkakuji: El Kinkaku-ji o Templo del Pabellón Dorado es el nombre informal del Rokuon-ji ("Templo del jardín de los ciervos"). Fue construido en 1397 como villa de descanso del shogun Ashikaga Yoshimitsu. Tras la muerte de Yoshimitsu (el shogun, no el luchador del Tekken), su hijo transformó el edificio en un templo Zen de la secta Rinzai, conteniendo las reliquias de Buda. Se dice que el jardín y los edificios, con su centro en el Pabellón Dorado, representan la Tierra Pura de Buda en este mundo.


La entrada al complejo cuesta 400 yenes. El Pabellón Dorado es menos grande de lo que yo creía pero aun así imponente por su revestimiento de oro. Merece la pena darse una vuelta por todo el conjunto, pues está rodeado de jardines y lagos. Increíblemente bonito. En un templo dentro del conjunto hay una máquina que ofrece predicciones en inglés de tu suerte por 100 yenes. Si lo hacéis os entrega un papel con vuestra predicción, como el de las típicas galletas de la suerte, pero más detallado. Se supone que si la predicción es de vuestro agrado, debéis guardarla, y si no es así, debéis atarla en unos postes que hay al lado, para que ese destino que os disgusta no os acompañe.
- Ryoanji: se dice que este templo tiene uno de los jardines secos (karesansui) más famosos de Japón, sino el que más, creado a finales del periodo Muromachi (en torno al 1500), pero, como opinión personal, está bastante sobrevalorado. La entrada al conjunto del templo es gratis, salvo si entráis al jardín seco, en cuyo caso son 500 yenes. No es que este jardín no sea merecedor de ver, pero es bastante pequeño y se le da quizá demasiada pompa para lo que realmente es. De hecho, hay otro en el Kodaiji (y creo que otro en Ise). Eso sí, la visita al conjunto es realmente atractiva por toda la naturaleza que se puede ver.

Fuera del karesansui puede verse un tsukubai o lavabo para la sala de té, utilizado comúnmente para el ritual budista de purificación mediante el lavado de manos y enjuagado de la boca. Este tsukubai tiene una inscripción a base de 4 kanjis, en combinación con el cuadrado central: arriba 吾 (ware = yo), a la izquierda 知 (shiru = saber), a la derecha 唯 (tada = sólo) y abajo 足 (taru = suficiente). A esto se le dan una gran variedad de significados, la mayoría redundantes en torno al concepto de apreciar lo que tenemos para sentirnos satisfechos con nuestra vida.


KIOTO SUR: EL SANTUARIO DE FUSHIMI-INARI
Sin duda, la visita del día (y eso que el Kinkakuji me encantó), y se encuentra entre los mejores lugares que he visitado de Japón. No conozco a nadie que haya ido a visitarlo sin volver fascinado.
El templo se ubica en el Monte Inari. Es más, podría decirse incluso que el monte es el propio templo, consagrado a Inari, diosa del arroz y la abundancia. Al estar situado en un monte, al aire libre y sin límites correctamente establecidos, la visita al templo es gratuita y puede realizarse a cualquier hora del día.

Además, es tremendamente fácil llegar. De hecho, si os bajáis en Inari (estación a dos paradas de la de Kioto, dentro de la línea JR Nara, y por tanto incluida en el JR Pass) os encontraréis con su gran torii de entrada nada más salir.

Continuamente podréis ver, repartidos por el templo, estatuas de zorros o kitsune, animales que representan a esta diosa. Como anécdota personal: a la entrada del templo, donde hay que lavarse para purificarse (el ritual conocido como temizu), me eché agua sobre ambas manos y sorbí agua del cubilete para escupirla, tal y como había visto hacer otras veces. Al verme, un señor muy majo se acercó y me explicó que que en vez de sorber del cubilete directamente, hay que echar el agua del cubilete a la mano, poniendo esta en forma de cuenco, y sorber de ahí, limitándose a enjuagarse y escupir (¡no os la traguéis!), todo ello para evitar tocar el cubilete. Sin embargo, he visto a muchos japoneses sorbiendo del cubilete. Quien sabe. Allí donde fueres, haz lo que vieres, supongo.

Fushimi-Inari es conocido a menudo como el "Santuario de los Mil Torii". Y es que los senderos de este santuario están recorridos por hileras de torii, que por si fuera poco van en aumento, gracias a donaciones de quien tenga dinero suficiente.

Por esas hileras de torii se puede llegar, por una de sus rutas, a lo alto del Monte Inari, pero implica una ruta de senderismo de unas 2 o 3 horas, tiempo que lamentablemente no teníamos, aunque algún año volveré para recorrerlo.

Destaca la división en dos posibles caminos, ambos recorridos por hileras de torii, que se pueden encontrar en la entrada, y que son conocidos internacionalmente por rodarse aquí una escena de Memorias de una Geisha.


La típica tontería es, cuando se va con alguien, que cada uno escoja un camino. Tranquilos, ambos llevan al mismo sitio, un templo donde podéis hacer ofrendas a la diosa Inari o pedirle lo que queráis (dicho sea de paso que los fragmentos de madera empleados para las plegarias aquí tienen forma de kitsune, que muchos decoran de todas las formas posibles).

En resumen, Fushimi-Inari es la visita obligada de Kioto, ciudad que ya os garantizo que no podréis ver en un solo día.

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